Cada vez son más los clubes de fútbol tradicionales que deciden sumarse a la tendencia de los deportes electrónicos, eSports; un mundo que no ha dejado de crecer, potenciado estos últimos meses por las restricciones de movilidad debido a la pandemia del coronavirus, lo que ha propiciado el auge de estas competiciones online.
A través de varios emuladores de fútbol, que hoy en día han alcanzado unas cotas muy altas de realismo, como FIFA o PES, varios han sido los equipos tradicionales de fútbol que han hecho una apuesta decidida por virtualizar sus competiciones y atraer así a las nuevas generaciones.
Así, en territorio anglosajón nació la ePremier League, que cuenta con la participación de veinte de los equipos del campeonato físico. Nuestro país vecino, Francia, cuenta con el ePSG en el que auténticas estrellas campeonas del mundo de FIFA han militado. En España, fue el Valencia quien se inició en los eSports en la Superliga Orange, lo que arrastró a muchos otros equipos, visto el éxito de estas nuevas plataformas. Así, llegaron clubes de la talla del Barcelona, el Sevilla, el Villareal o el Betis.
De igual manera, el resto de Europa ha ido paulatinamente apostando por incorporar divisiones de eSports. Sus máximos exponentes son el Mónaco, con Walid Rachid Tebane, el Bayern Múnich con la eFootball.Pro o La Roma, con su eSports: Fnatic.
Otras plataformas como la VFO (Virtual Football Organization) han incorporado una buena parte de equipos profesionales como el Real Zaragoza eSports, RCD Espanyol eSports o S.D. Eibar eSports, llegando a cubrir todas las categorías con equipos como el Real Murcia eSports, C.D. Badajoz o el Cádiz C.F. eSports, que intentan acercarse al público joven.
Fuente: Página oficial Valencia CF.
La razón es sencilla. Se trata de un negocio que, en España, según la Asociación Española de Videojuegos (AEVI), genera unos 14,5 millones de euros y se estima que el número de espectadores fidelizado, actualmente en la friolera de 5,5 millones, siga ascendiendo.
Con más de 100 jugadores españoles que se dedican profesionalmente a ello, la viralización de algunas jugadas maestras en determinadas competiciones ha provocado que las redes se inunden periódicamente, como suele ocurrir en los partidos tradicionales, de fans compartiendo su apoyo hacia estas nuevas estrellas del deporte; y ha sido precisamente el peso de este fanatismo el que ha hecho que los clubes, lejos de separarse y propiciar una rivalidad entre ambos sectores, hayan buscado retroalimentarse y sumarse a esta revolución.
En una firme apuesta por la diversificación, al igual que se están potenciando las ligas femeninas o de baloncesto, los clubes tradicionales están desarrollando auténticos equipos de jugadores profesionales virtuales, tanto o más habilidosos que los talentosos futbolistas ‘tradicionales’.
Además, a través de las plataformas de streaming que utilizan los equipos de eSports, se crea también un nuevo espacio en el que los jugadores de fútbol profesional tradicional tienen, junto a sus redes sociales, una conexión muy directa con sus fans.
Entrevistas, challenges o minidocumentales es el medio en el que cada vez más reconocidos deportistas de primer nivel como Courtois o Borja Iglesias eligen para acercarse al público y mostrar una cara más íntima del fútbol profesional. Y es que es un mercado en el que participan activamente, siendo en ocasiones éstos los propios inversores, como es el caso de los citados, quienes, con la colaboración de grupos de casters y técnicos generan entretenimiento y un enfoque mediático que llega diariamente a millones de seguidores.
También las compañías de telecomunicaciones como Movistar han integrado toda una amalgama informativa y de entretenimiento en torno a este fenómeno, que ha cristalizado en Movistar eSports, una división que incluye iniciativas como el patrocinio del equipo Movistar Riders.
Los eSports se han convertido a la vez en deporte, espectáculo y videojuego; un negocio empresarial tremendamente llamativo, que más que cubrir una necesidad promocional en redes sociales, procura participar del propio éxito del club o del jugador con todos los fanáticos que alaban el juego tradicional y el digital a partes iguales.
Y es que las cifras son impresionantes. Ya en 2016 algunas competiciones de eSports duplicaron la audiencia de la final de la Champions League.
Un par de años más tarde, ya en 2018, algunas finales virtuales fueron seguidas en directo por más de 200 millones de personas; lo que significan estos números es un incremento estable en torno al 20% anual, estimándose que para 2023, con el auge de las conexiones de alta velocidad y la mayor potencia de los dispositivos móviles, el número de seguidores ascienda a 646 millones.
En definitiva, los eSports no son una moda pasajera y han llegado para quedarse. La profesionalización y la entrada de patrocinadores generan cada vez más interés y convierten este fenómeno de masas en una oportunidad para cualquier cualquier estratega de negocio.
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